domingo, 15 de agosto de 2010


El conflicto con el campo

Binner apoyó las retenciones y agravó la crisis en la oposición

Defendió el derecho del Gobierno a fijar las alícuotas; nuevo enojo de Carrió

El gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, se alineó ayer con la posición del gobierno nacional y provocó otra grave crisis en la alianza entre el radicalismo, el socialismo y la Coalición Cívica (CC): sostuvo que las alícuotas de las retenciones a la soja "deben ser fijadas por el Poder Ejecutivo, en el marco de un plan económico nacional", y no por el Congreso, como propone la oposición.

Las declaraciones de Binner se produjeron un día después de las duras críticas de la líder de la CC, Elisa Carrió, a sus aliados del Acuerdo Cívico y Social (ACyS) y el mismo día en que la presidenta Cristina Kirchner volvió a atacar con dureza al empresariado. "No se pongan la mano en el corazón, sino en el bolsillo. Adviertan lo que hemos construido en estos siete años", afirmó la Presidenta durante un acto en la localidad bonaerense de Bragado.

Para Binner, el Gobierno debe fijar el monto de las retenciones "hasta que el Congreso establezca el marco general para su aplicación, con un esquema de segmentación que proteja al pequeño y mediano productor".

Las declaraciones del gobernador socialista de Santa Fe alarmaron al radicalismo, que optó por no responderle de manera pública, y despertaron nuevamente la ira de Carrió, que lo acusó de "traicionar al campo". Además, la líder de la CC afirmó que la postura del gobernador "pone en crisis" la continuidad de la Coalición Cívica en el Frente Progresista que hoy gobierna esa provincia.

El debate en la oposición se de- sencadenó justo cuando la Comisión de Agricultura de la Cámara baja comenzó a discutir distintos proyectos para bajar las retenciones a la soja, la carne y otras oleaginosas, con proyectos a los que se opone el Poder Ejecutivo.

Desde el Congreso, el senador socialista Rubén Giustiniani, también presidente del PS a nivel nacional, marcó un matiz diferenciador con la posición de Binner al afirmar que seguirá "trabajando para los pequeños y medianos productores" y así lograr por ley la segmentación de las retenciones a la soja.

"La retención es, técnicamente, un impuesto a la exportación, y según la Constitución le corresponde a la Nación fijarlo. Nosotros -sostuvo Binner- somos respetuosos de esa decisión. Creemos que no es adecuado que el Poder Legislativo decida sobre el porcentaje que deben tener las retenciones", afirmó Binner, en declaraciones conocidas ayer.

De inmediato, y como coletazo de los roces que vienen sosteniendo desde el mes último, Carrió lo cruzó con dureza. "No me sorprendió para nada lo que dijo. Hace un mes que vengo tensando las relaciones [con el PS] porque veía la traición que se viene para el campo. Desde entonces, digo que el socialismo no viene jugando bien", afirmó Carrió a LA NACION al enterarse de la postura del mandatario socialista.

En línea con su pensamiento, el titular de la Coalición Cívica santafecina, Pablo Javkin, y el diputado nacional de esa fuerza Carlos Comi afirmaron que las declaraciones de Binner "no son sólo un desconocimiento de la letra y del espíritu de la Constitución, sino también un golpe profundamente injusto a los productores que se movilizaron durante 2008, a los pueblos del interior y, por ende, al corazón productivo del país".

Anteayer, Carrió confirmó luego de una reunión partidaria en La Plata que la CC mantendrá hasta diciembre próximo vínculos "sólo" con Morena, el grupo radical que encabezan Ricardo Alfonsín y Gerardo Morales. Con los socialistas, el GEN de Margarita Stolbizer y el cobismo "la relación es inexistente", según explicó Carrió.

Choques con Carrió

Hace dos semanas, Binner había enardecido a Carrió y a su círculo más íntimo al calificar a la diputada de "complicada", luego de que ésta lo acusara de "votar siempre con el Gobierno". Ayer, Carrió le devolvió gentilezas: "Quedó claro que la complicada no era yo", y afirmó que "no hay punto de retorno" en la relación con el socialismo.

En la UCR y en el GEN había sorpresa, pero por sobre todo más malestar con Carrió por subir el tono de confrontación dentro del espacio compartido.

"Nuestra relación con Carrió es como un matrimonio que ya está separado de hecho, pero al que le faltan firmar los papeles", sostuvo un dirigente de trato diario con el titular del Comité Nacional, Ernesto Sanz.

En el centenario partido había malestar y la sensación de que Carrió ya tomó la decisión de irse del ACyS, pero quiere que otros paguen el costo político. "Estamos acostumbrados a que ella trate de dividir al partido señalando radicales buenos y radicales malos, pero ahora también se peleó con los socialistas y con el GEN, que son nuestros primos hermanos", dijo alguien que dialoga con Sanz.

Más temprano, Stolbizer -a quien Carrió había acusado de no tener estructura nacional y de oponerse en su momento a la construcción del Acuerdo Cívico- volvió a criticar a su ex aliada. "Es un error destruir cualquier alternativa para confrontar con Néstor Kirchner", afirmó Stolbizer, para quien "hay, desde luego, una parte importante que está planteando la posibilidad de retirarse", pero "eso no pone en crisis el acuerdo entre el resto de los socios", interpretó. Cerca de Carrió sugirieron que Binner "llegó a un pacto de no agresión con los Kirchner. Lo dejan llegar al final de su mandato y él no se presenta a la elección nacional".

También destacaron las diferencias entre Binner y Giustiniani, que se comprometió a seguir bregando "en el Congreso por dar respuestas a los reclamos de los productores". La crisis del espacio común parece no tener final a la vista.

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